Mercados de pulgas Europeos
Los mercadillos
son un verdadero núcleo potencial de tesoros a precios irrisorios , es uno de los paseos que mas disfrute en mis años en Europa
Por los siglos de los siglos
Los mercados al aire libre tienen
una larga tradición. Hay ejemplos longevos como Els Encants Vells de Barcelona
(siglo XIV) o el Rastro de Madrid (1740), que cuentan también con hermanos
europeos como el tradicional mercado de las pulgas de Saint Ouen de París
(finales del XIX) o el de Portobello de Londres (siglo XIX). Espacios
callejeros que atraen a turistas y locales en busca de piezas interesantes a
precios atractivos.
Quien busca, encuentra
En los mercadillos uno puede
encontrar de todo. Desde muebles vintage, piezas modernas de segunda mano,
vajillas, cuberterías, cristalerías hasta todo tipo de objeto curioso e
inimaginable. Los amantes de las antigüedades disfrutan descubriendo piezas
cargadas de años, pero también el público que busca algo relativamente “nuevo”
lo puede encontrar. Se trata de buscar y no dudar. Si vuelves más tarde a por
tu “joya”, seguramente no está.
Cosas del chic
El mercado de las pulgas de París
es uno de los más conocidos en la venta de objetos de segunda mano y
antigüedades al aire libre. Y es que en la ciudad eterna, si rebuscas bien por
sus mercadillos, puedes hallar verdaderas joyas de ese buen gusto del que
tanto hacen gala los franceses.
Las pulgas en París y Portobello en
Londres son los mercados de muebles más conocidos, pero hay lugares mercadillos
muy interesantes en la vieja Europa que vale la pena visitar. En Bruselas no
hay que perderse el mercadillo de la place du Grand Sablon, donde hay todo tipo
de objetos de anticuario, porcelana antigua, objetos de plata, decoración
rococó, etc. ¿Otros? El Ij Hallen de Ámsterdam, con ropa, muebles y todo tipo
de objetos; el Mauerpark de Berlín, y el Plaine de Plainpalais de Ginebra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por escribirme!